30 abril, 2024

EN LA MORT D’EN FERNANDO MÉNDEZ

+10.01.2017 EN LA MORT DE L’ANTONIO FERNANDO MÉNDEZ GARCÍA

Molt estimat amic meu…!

No puedes imaginarte, querido Fernando, con qué pesadumbre escribo estas líneas para comunicar tu fallecimiento. En el día de hoy, como las luces tintineantes de estas fiestas navideñas ya apagadas, así tú también te has ido debilitando a lo largo de estos días, hasta traspasar el dintel de esta vida terrenal que te ha guiado hasta los confines inciertos de la muerte i que, de acuerdo con las estrofas del poeta manriqueño -por ti algunas veces citado en nuestras conversaciones- yo te recuerdo ahora:

«Cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando al ser nuestras vidas como los ríos que van a dar en la mar, que es el morir. Este mundo es el camino para el otro, que es morada. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo en que fenecemos, así que cuando morimos, descansamos».                        

Fernando, este mensaje doloroso llegará a quienes tanto te han apreciado y valorado, respetado y considerado -y en definitiva-, a cuantos te han querido:

  • a tu esposa Marga,
  • a tus hijos Rosa Mari, Ricardo y Núria,
  • a tu nieto Nil, a tu nieta Marta,
  • a tu hermano,
  • a tus familiares de aquí i de allí, a los de antes y a los de ahora…y
  • a tantos y tantos amigos y amigas de profesión, sin querer ni poder olvidar, la larga lista de antiguos alumnos y alumnas…

…cuya enumeración resulta tan prolija que, si bien esta aplicación informática del Facebook no puede abarcar y llegar a todos los que te conocieron, tú sí que nos has incrustado a todos en tu corazón y te nos llevas a cuestas en este tránsito como el más preciado tesoro para que las estrellas, las galaxias, las constelaciones y el mucho más allá donde se palpa el misterio del cielo infinito, sepa cuáles fueron tus cuitas, tus prioridades, tus preferencias, tus predilecciones, tu objetivo vital: el ser padre de una familia que formaste y tu inquebrantable e incondicional vocación de maestro.

Fernando, te recordaremos como un hombre sencillo a la par que valiente, honesto y de profundas convicciones, recio y amigo fiel, conocedor ecléctico y de intuición rápida, conservador y  buen pedagogo de la escuela tradicional, siempre dispuesto, entregado, de suave ironía, respetuoso, un referente en tus actitudes y actuaciones.

Fernando, un día me preguntaste que te explicara bien que era eso del Paradigma Pedagógico Ignaciano cuyas siglas respondían por el PPI, lo cual no ofrecía más misterio que, ante cualquier situación, se debía aplicar cinco pasos para el éxito pedagógico:

  • El contextualizar la realidad,
  • El experimentar las vivencias,
  • El reflexionar sobre todo ello,
  • El actuar en consecuencia y, finalmente,
  • El evaluar la acción y el proceso seguido”.

Te lo expliqué y me contestaste: -“Pero si esto ya lo hago yo”. Efectivamente, tu gran sentido común no necesitaba de grandes explicaciones, te bastaba tu profunda sabiduría innata.  

Fernando, qué dureza la de la muerte. Y  es que en el mar de la vida, y en cualquier momento, puede aparecer este temporal incontrolable. La muerte es, sin duda alguna, el mayor y el más grande enigma de la vida humana y que se presenta con la disolución certera del cuerpo y el temor angustioso de la desaparición perpetua. Todo ello con el agravante de la semilla de eternidad, sembrada en nuestras vidas, que de ninguna manera acepta esta ruina total y el adiós definitivo que la Parca parece infligir. Por tanto, encontrar una respuesta tranquilizadora ante el tsunami de la muerte no es nada fácil:

  • Las “diversas religiones”, así como muchas filosofías, han pretendido, con más o menos convicción o acierto, mostrar una respuesta coherente a este enigma recóndito de la condición humana…
  • Por otra parte, la “fe cristiana” enseña que la muerte ha sido vencida y que, en una dinámica transformadora de muerte-vida, cuyo término explicativo se denomina “misterio pascual” con Cristo, nada acaba tal y como la misma naturaleza indica en sus estaciones anuales….
  • Sin embargo, “mucha gente” también piensa, por el contrario, que ante la muerte nuestro cuerpo se desvanece en una danza misteriosa dentro del universo y lo que hemos sido perdura sólo en la memoria de los más allegados o, en el mejor de los casos, en los libros de historia, en la reencarnación o en el polvo estelar…

Ante la muerte, pues, Fernando, surgen presentimientos extremos y opuestos: el temor invencible y la confianza esperanzada. Interpretaciones bien diferentes, pero plenamente humanas. Una tensión o un arco que abarca desde una concepción nihilista de la vida a la convicción esperanzada del que es creyente. Sin embargo, desde el más profundo respeto al imaginario de todas las respuestas ante la muerte, personalmente pienso que, teniendo en cuenta lo mucho que nos queda por conocer, de verdad que no sabemos casi nada de nada, a causa de nuestra limitación estructural, encerrada en sólo tres dimensiones espaciales y como mucho en una cuarta que es el tiempo lo cual, siendo mucho, resulta ser muy poco ante la inmensidad que nos abarca y trasciende. Así que, de ninguna manera podemos poner punto final a esta reflexión ambivalente sobre la muerte entre “el todo y la nada”. Antes bien, puntear gramaticalmente los suspensivos y esperar que para nosotros también se desvele el misterio…

Fernando, quiero considerar tu muerte «com la més gran naixença». Un nacimiento que tú ya conoces, desatados los amarres del puerto de esta vida de niebla baja, como una barca hacia el infinito contra las olas de todas las ilusiones caducas. Tú ya ha llegado al horizonte del firmamento azul, al resplandor que nosotros aún no conocemos. En esta página de Facebook, en nombre de todos los que te conocieron te damos la despedida hasta un nuevo encuentro contigo. Pero con lágrimas en los ojos y en este frágil puerto de salida te acompañan nuestros corazones, mientras fusionamos nuestro recuerdo y estima con el recuerdo y el amor profundo con que tú nos has querido. Fernando, seguiremos pensando en ti y te tendremos como cada uno te teníamos dibujado. Hoy te despedimos -Fernando- para encontrarte de nuevo, pero lo hacemos con sentimientos  contradictorios:

  • Entre potentes luces y desdibujadas sombras…
  • Con profunda tristeza y con tranquila serenidad…
  • Entre bellos cantos y con muchas lágrimas…
  • Con el amargo desconsuelo y con una  deseada paz interior…
  • Siempre presente tu luminosa ausencia cubierta con una muy intensa niebla de melancolía…
  • Pero, desde nuestro más profundo trastorno, con nuestra gran estima…

También estamos amargamente felices porque tú ahora eres feliz y podemos decirte que no te olvidamos porque con convicción y  sentimiento te decimos:“Fernando, estés donde estés, nosotros estamos contigo”.

Fernando, te has ido en el momento oportuno. Y te lo digo porque hace muy pocos días, comiendo en tu casa y de paseo con Marga desde tu domicilio a la Escuela del Clot / Jesuïtes El Clot –tu Escuela- y donde estudia tu nieto Nil, participando de nuestra larga conversación que tuvimos antes de la Navidad, me dejaste asombrado. Y sabes qué pensé…?

– Este Fernando ha conseguido ya los objetivos que con tanto esfuerzo ha pretendido lograr. Así que, mi gran y querido amigo, “Misión cumplida”.

Finalment, i si se’m permet en aquest tros d’espai que ja n’abuso, hi deixo escrites dues estrofes poètiques que, entrellaçant la “naixença” i “la mort”, així com el traspàs de la “caducitat de les coses” i “la vida immarcescible”, salvant la literalitat i posant tots els registres metafòrics pertinents, diuen així:

Amics meus: quan arribi el meu nadal / -Nadal de l’esperit que no s’esmica-, enrameu-me el taüt amb boixerica / i, damunt del Crist mort, en el capçal, / poseu-m’hi una «nadala» ben bonica”.

I quan vingui aquella hora de temença / en què s’acluquin aquests ulls humans, / obriu-me’n, Senyor, uns altres de més grans / per contemplar la vostra faç immensa. / Sia’m la mort una major naixença”…!

Una forta abraçada del teu amic Miquel Angel…!

VETLLA I FUNERAL PER A L’ANTONIO FERNANDO MÉNDEZ

En atenció a les preguntes sobre el lloc i l’hora del comiat d’en Fernando Méndez, indico el següent:

  • (1) LA VETLLA a Sancho d’Avila (BCN), avui dijous 12 de gener, a partir de les 18:30h.
  • (2) EL FUNERAL de comiat està previst per a divendres, dia 13 de gener, a les 15:30h en el Tanatori ja esmentat.

Després de rebre la munió d’escrits en record d’en Fernando Méndez, tant sincers i afectuosos, no puc menys que sintetitzar les mostres d’agraïment i d’estimació que ha rebut de tots/es vosaltres, mostrant una pissarra guixada -com les d’abans- amb un text que ho diu tot:

EN EL COMIAT FUNERAL-HOMENATGE D’EN FERNANDO MENDEZ A LA CAPELLA DE SANCHO D’AVILA A BCN el 13 de gener de 2017

Si bien, querido Fernando, te escribí una larga necrológica insertada en la aplicación informática del Facebook, donde de tanto en tanto curioseabas, con reflexiones sobre tu persona y la muerte que te ha acorralado, ahora pretendo, en esta ceremonia de homenaje en Sancho d’Ávila, abrir otro registro distinto y, personalmente, quiero contemplarte: como:

  • (1) Como un alumno más sentado en el pupitre mientras impartes docencia educativa y, al final de este escrito,
  • (2) Como  un amigo entre amigos, incondicional y confidente.

(1) UN ALUMNO MÁS SENTADO EN EL PUPITRE…

Todavía sin contacto personal con tus alumnos de tutoría, al comenzar cada NUEVO CURSO, decías: -“Me han contado muchas coses de vosotros y de cada uno. Borro todo lo oído y sabed que, para mí, empezáis de nuevo”. Mayor grado de confianza no podías otorgar, querido Fernando.

Quién te iba a decir, Fernando, después de tantos años, cuando explicabas a tu alumnado GEOGRAFÍA que te llegarían algún día centenares de “muestras gratificadoras y de reconocimiento hacia tu persona, como han llegado en el Facebook, desde lugares próximos y también muy lejanos de la esfera terrestre”…

Quién te iba a decir, Fernando, después de tantos años, que todavía se recuerdan aquellas FRASES MNEMOTÉCNICAS precisas y arcanas que, recitadas de memoria, servían para recordar “las clasificaciones de minerales, plantes y animales”…

Quién te iba a decir, Fernando, después de tantos años, que el día cuando abrías el LABORATORIO de ciencias naturales, de física o de química para la realización de algún experimento, todo ello constituía un gozo festivo, “una fiesta mayor, para el grupo de la clase”…

Quién te iba a decir, Fernando, después de tantos años, que cuando impartías MATEMÁTICAS todos se unían para igualar ecuaciones de primer grado con el juego de un “partido de fútbol, entre tu Madrid en campo contrario y el Barcelona en su sede, sin nunca enfrentamiento alguno”…

Quién te iba a decir, Fernando, después de tantos años, que en cuanto a la LITERATURA se refiere, te recordaríamos a Jorge Manrique recitando aquellos versos a la muerte de su padre “cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando al ser nuestras vidas como los ríos que van a dar en la mar, que es el morir. Este mundo es el camino para el otro, que es morada. Partimos cuando nacemos, andamos mientras vivimos, y llegamos al tiempo en que fenecemos, así que cuando morimos, descansamos”…

Quién te iba a decir, Fernando, después de tantos años, que al dibujar en GEOMETRÍA alguna figura en la pizarra tenías ya presente y en mente «cómo todo confluye y se cruza, como las paralelas, en el más allá del Infinito»…

Quién te iba a decir, Fernando, después de tantos años, que tus explicaciones de HISTORIA quedarían grabadas en el corazón de cada uno siendo tú el “protagonista de cada batalla y el hacedor de todas los tratados de paz”…

Quién te iba a decir, Fernando, después de tantos años, que al abrir el libro de GRAMÁTICA, aparte de tu voz afablemente comunicativa, pero precisa y potente, yo mismo te escogería para el intento de descifrar el revolcón de la muerte, que no comprendo, la metáfora no de un punto y aparte, ni siquiera la de un punto final, sino la necesidad de escribir con “puntos suspensivos” la espera previa para desvelar este misterio tan severo que ha segado tu vida terrenal…

…PORQUE TU VIDA SIGUE ENTRE NOSOTROS Y TU MUERTE NO ES OTRA COSA QUE UN NUEVO NACIMIENTO…

Sin embargo, déjame Fernando, completar este breve recorrido formal de las asignaturas comunes con el contenido profundo con que las impartiste porque tus antiguos alumnos descubrieron de mayores lo profundamente innovador que fuiste aún sabiendo que tú, con método y disciplina tradicionales, hiciste “grandes” hoy a los que ayer fueron “pequeños”. Atiende al escrito que nos ha llegado de uno de ellos:

Hem gaudit d’un pare, d’un amic, d’un company i d’un profe que ens ha fet regals meravellosos. Podem estar contents. Sempre el recordaré com el profe que ens va acollir a sisè d’EGB, i ens va ajudar a fer-nos una mica més grans, perquè deixéssim de ser una mica menys nens i va saber demanar-nos que mostréssim allò que podíem fer solets. Amb ell vam fer un salt. Ens va esperonar, però d’una manera amable i divertida…tasca immensa sense cap dubte”.

Aquí descubro yo «el acompañamiento pedagógico» del educador que fuiste, «la confianza» que, como profesor, Fernando, tuviste con los alumnos…aquí destaco «tu innovación», aquí sobresale también «la pedagogía de la autoestima» que inculcaste, cuando de la cual, hace mucho más de vienticinco años, nadie hablaba todavía.

Pero hay más y en la necrológica que escribí ya te lo conté, Fernando. Un día me preguntaste que te explicara bien “eso” del Paradigma Pedagógico Ignaciano (PPI). Te lo iba explicando y me respondiste:

– Eso ja lo aplico yo sin tantas disertaciones, Miguel Ángel (Así, con «g», como me llamabas…)

Y es que, en el contacto que tenías con los jesuitas y a los que con cierta frecuencia prudente invitabas a comer en tu casa, a lo largo de los muchos años, te fuiste llenando del alma de San Ignacio -aquello de “EN TODO SERVIR y AMAR”– de tal manera que tu acción pedagógica rezumaba ese espíritu certero y sencillo, sin grandes demostraciones externas, pero sí con la máxima humildad de tu vocación de maestro, realmente comprometida.

Ayer, cuando me entretuve a calcular en el Facebook los centenares de alumnos y alumnas que respondieron con el icono gráfico de una cara llorando o la de un corazón rojo de amor, a la ingrata noticia de tu muerte, aparte de las decenas y decenas de comentarios de reconocimiento y estima, exquisitos y delicados, de tus alumnos y alumnas que no hubieras siquiera nunca sospechado, pensé cómo podría yo resumirte tanto sentimiento, tanta admiración, tanto reconocimiento y tanta gratitud hacia tu persona, Fernando, y lo encontré. Fue una pizarra que inserté en el muro de la aplicación informática con un escrito blanco sobre negro, con los trazos de tiza de yeso, como las de antes, y que tú utilizabas. Dice así la síntesis de todos los pensamientos y sentimientos esparcidos por tus alumnos y alumnas:

Uno recuerda con aprecio a los maestros brillantes, pero con gratitud a los que tocaron nuestros sentimientos”.

(2) AMIGO INCONDICIONAL Y CONFIDENTE

Acabo. Adiós, querido Fernando. No. Hasta pronto o hasta cuando sea. Hasta siempre…! Pero sabes una cosa…? He hablado de tu vocación-ejercicio de maestro. No he dicho nada aquí todavía de tu familia. Pero unos días antes de Navidad, recordarás que estuve comiendo en tu casa y, no sólo por la conversación importante que mantuvimos, sino por lo que de ti percibí, me impresionó ver que te encontrabas en un estado conformado y sereno ante un nuevo proceso de aceptación de la vida que se te presentaba a tu alrededor más próximo -con extensas y duras limitaciones recientemente surgidas-, y a la par, también con las buenas perspectivas de ver a tus hijos “haciendo camino al andar” como escribía el poeta y a quien tanto gustabas de recitar. Y pensé:

– “Fernando, has logradolos objetivosy, por lo tanto, no me extraña tu ausencia porque te has marchado con la MISIÓN CUMPLIDA”…!!!

Barcelona, en la Capilla de Sancho de Ávila, a 13 de Enero de 2017.

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